Imagina que trabajas en una agencia que diseña páginas para laboratorios e instituciones científicas. Acabáis de publicar la nueva web de un instituto oncológico, pero algo no encaja. Nadie encuentra el menú en móvil, los textos son ilegibles al sol y los formularios parecen diseñados por burocráticos hasta el extremo. Entonces alguien suelta: “¿Y si revisamos la accesibilidad?”. Silencio. Pánico. ¡Checklist!
La accesibilidad web no es un detalle extra para quedar bien. Es la base para que cualquier persona, con cualquier capacidad, pueda usar tu sitio sin necesidad de un máster en paciencia o súper reflejos. Tampoco es solo una buena práctica, es un derecho, y desde junio de 2025, también una obligación legal gracias a la European Accessibility Act. Así que olvídate de excusas y empieza a tachar casillas. Aquí dejamos una checklist para todos los públicos con consejos reales para que tu web cumpla con todos los requisitos.
Diseñar una web accesible no es una carga, es una oportunidad. Si lo haces bien, todas las personas (con o sin discapacidad) te lo agradecerán. Y tú también, cuando veas que tu página retiene mejor a la audiencia, reduce errores y cumple estándares.
Si tienes que explicar cómo se usa algo, es que no está bien hecho. Y en la web, eso también aplica.